La impronta personal de Wolf Vostell, siempre cargada de propuestas cosmopolitas, abanderó innumerables actividades artísticas y culturales en el Museo Vostell Malpartida, como las tres semanas de Arte Contemporáneo de Malpartida (SACOM), entre los años de 1977 y 1983, el Manifiesto del Lavadero de 1980 y el Día de Arte Contemporáneo de Malpartida (DACOM) en 1983. Se configura así el germen de la Colección de Artistas Conceptuales españoles, portugueses y polacos.
Esta colección abrió nuevas sendas que hicieron que los visitantes exploraran otros territorios que nada tenían que ver con los academicismos ni con la obra concebida como algo cerrado, pero sí con el valor que debe darse a la relación entre el artista, la sociedad, la vida y nuestra condición humana.